Aprovechando que teníamos que abordar el tema de la narración en 1º ESO, que es un contenido que los alumnos ya han trabajado en cursos anteriores, me pareció que la rutina KWL era la más adecuada.
Los alumnos respondieron de forma individual a las preguntas "lo que sé" y "lo que quiero saber" y a continuación expusieron sus respuestas en pequeños grupos.
La actividad les sirvió a los alumnos para activar conocimientos previos y a mí para descubrir que ni el material que yo tenía preparado sobre el tema, ni el libro de texto respondían a sus expectativas, ya que algunos alumnos habían planteado preguntas como "¿de dónde procede la palabra narrar?, ¿quién fue el primer narrador y la primera narración?, ¿cuál era la narración más breve que existe y cuál la más extensa?" entre otras.
A continuación, realizamos entre todos y, con ayuda de su libro de texto, un esquema en el que recogimos las características y los elementos de la narración e investigamos, con ayuda del ordenador, sobre el resto de cuestiones que habían propuesto.
Como tarea final les propuse hacer, esta vez de forma individual, un mapa visual de la narración en el que, además de recoger toda la información del esquema realizado previamente, debían reflejar las respuestas a aquellas cuestiones que ellos mismos habían planteado. También completaron la última parte de la rutina KWL: "lo que he aprendido".
Los resultados de la actividad me han sorprendido gratamente, ya que los alumnos no solo han demostrado su capacidad para sintetizar, relacionar y jerarquizar la información, sino que han demostrado una gran creatividad.
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